Primero les mostraré las tomas seleccionadas de cada una de las sesiones (de domingo a miércoles), y luego les explicaré cómo se realizaron tanto las fotos como la producción del cuadro final.
Pueden hacer click en cada foto para verlas en mayor tamaño.
Esa primera noche uno de los botones ya había comenzado a abrirse, mientras que el otro estaba totalmente cerrado:
Foto escogida de la primera sesión
Luego, al segundo día, el primer botón estaba ya totalmente abierto, mientras que el segundo permanecía todavía cerrado:
Foto seleccionada de la sesión del segundo día.
Al cuarto día, miércoles, ya ambas flores se encontraban en todo su esplendor, otra vez realicé una sesión para luego escoger la que a mí más me gustaba:
La seleccionada de la cuarta sesión.
Y, para completar un cuarteto, escogí una toma del detalle de los estambres de una de las flores, tomadas durante la sesión del martes:
Seleccionada con el detalle de los estambres.
Procedimiento:
Decidí poner un fondo de tela negra para que los colores de las flores y sus hojas resalten bastante, dado que la tela que tenía a la mano no era de terciopelo negro (la tela ideal para estos casos), tuve que alejar las flores, y ponerlas a un metro del fondo, para que este no refleje la iluminación de los flashes y así poder oscurecerlo luego a "negro absoluto".
La longitud focal elegida fué de 150 mm para comprimir el espacio, y la apertura fué f 22; de esta forma la profundidad de campo se pudo mantener bajo control, ya que al ser flores relativamente grandes existe mucha distancia entre los pétalos del frente y los estambres, y más aún a los pétalos de atrás.
Se fijó la potencia de los flashes con ayuda de un fotómetro Sekonik L-358 Flash Master, para que a una velocidad de 1/125 s me permitan un apertura de f 22 (estaban al máximo!), sin que la iluminación ambiental contribuya en nada.
La cámara, una Olympus E-30 montada en un trípode Manfrotto, puesta en modo manual, con el enfoque también en manual, y con el espacio de color en Adobe RGB (el otro es el Standard RGB o SRGB), para obtener una mayor cantidad de tonalidades.
Con la finalidad de asegurar la fidelidad de color bajo las condiciones de iluminación a ser utilizadas, se hizo todas las tomas en RAW (no en JPG), y se utilizó en la primera toma una tarjeta Color Checker de X-Rite:
Color Checker
Se realizó todo el procedimiento para crear un perfil para la cámara, de forma tal que los colores fuesen reproducidos con la mayor fidelidad técnicamente posible; este procedimiento es por lejos más competo que sólo balancear el blanco.
Se trabajó cada uno de los archivos RAW en Adobe Photoshop CS4, aplicando el perfil creado con la tarjeta Color Checker, para esa cámara específica, bajo esas condiciones de iluminación específicas.
Hasta aquí todo el procedimiento es correcto: iluminación, elección del lente, control de la profundidad de campo, fidelidad de color, posición del sujeto, punto de vista de la cámara, composición etc.
Pero... como se hace para que este color se pueda ver correctamente en un monitor?... Bueno, antes que nada hay que tener un monitor medianamente decente, yo tengo un LG de 24" full HD (1,920 x 1,080 píxeles); pero lo más importante es un fotocolorímetro para calibrar correctamente el monitor, de forma tal que reproduzca de la mejor manera los colores obtenidos por la cámara.
Yo tengo el más barato de todos, un Huey de Pantone, pero es siempre mejor que no tener ninguno; así, los colores que dicho monitor ya calibrado me presenta, son lo más cercano posible a la realidad, de este modo puedo saber a ciencia cierta si el fondo está totalmente negro o todavía de ve la textura de la tela, si los colores de las flores se ven naturales, si la temperatura de color no está virada hacia los tonos muy fríos o muy cálidos, si la iluminación general es correcta, etc.
Para componer el producto final, utilicé el Adobe Illustrator, donde cree un documento de 90 cm x 30 cm y distribuí las fotos dejando un marco blanco de 4 cm alrededor de las fotos:
Producto final listo para llevar a impresión.
Elegí ese tamaño porque sé que Procolor lo tiene y es lo suficientemente grande para que las flores se luzcan, y obviamente solicité que carguen el perfil para Adobe RGB, y así sacarle el jugo, en materia de color, al archivo de impresión.
Una vez impresa la enorme fotografía (demoraron en imprimir unos 30 minutos), me sentí felíz con el resultado hasta el momento en que hubo que decidir por el marco... reconociendo mis limitaciones me puse en las manos expertas de Caprice Art, y de mi esposa... al final el regalo ya enmarcado quedó realmente E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R.
Espero que esto les dé una idea de cómo es que se hace (o al menos una de las formas de hacerlo).
Hasta el sigiente post!